24.2.11

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La causalidad no existe. Las causas (o causalidades) no son más que casualidades que fueron interconectadas voluntariamente, poseyendo implícitamente otro método para excusarse frente a la incertidumbre y poder vivir “tranquilamente” sin ser agobiados por ésta. Las casualidades son cruces de directrices libres de conciencia, libres de control. Estas casualidades pueden dar lugar a futuras casualidades, eso es lo que alguien como Sonia, Augusto, Sandra o Duvimioso podrían etiquetar de causalidad. Cuando un suceso se relaciona con otro han sido causa y efecto uno del otro, según tal pensamiento. Por otro lado, yo pienso (en este momento lo sobrepienso, aunque creo que en algún momento lo pensé) que todos estos cables que casualmente se tocan, están constantemente desconectados entre si, desde un punto de vista paralelo (como un rulo..) y no perpendicular, con respecto a estas líneas imaginarias de sucesos, experiencias, ideas, pensamientos, sensaciones, sentimientos, recuerdos, etc. Luego de tener lugar un instante de fusión entre dos o mas de estos contenidos que viajan “eléctricamente” por ahí se vuelven a separar volviendo nuevamente a ser un enredo en el cual no se tocan los copartícipes.
Esta electricidad va apagada para los demás, aunque siempre este despierta. Para los demás se prende solamente en los momentos de choque, en los cuales se entera de otra electricidad, otro cable, otro camino que pasa por delante de sus ojos, o que se introduce en ellos.
No niego que puede existir la posibilidad de que una casualidad casualmente se relacione con otra casualidad, aunque apresarla, quitándole sus nuevos paisajes vistos durante el trayecto de una casualidad a otra, es quitarle libertad a lo incontrolable, es meter en un tubo recto todas las curvas de la carretera por la que anduvo, para poder atar dos sucesos. Dos sucesos que eliminarían todo ese montón de erizos que se cruzaron por el medio en el camino. Este aspecto está vinculado al “instinto” humano de evitar el abismo del que hablaba al principio de este texto.
No hay huellas, o puede haber, pero al pasar por donde se encuentran todo es diferente, a modo de ejemplo, esas huellas hoy están, pero cuando pasó la anterior persona no estaban. Hacia delante no hay nada hecho. Todo episodio es nuevo, y aunque tenga relación con viejos sucesos, hay aspectos nuevos jugando en él también, por lo tanto no creo que pueda existir una línea única que una pasado-presente o presente-futuro o pasado-futuro. Pueden volver a cruzarse cables que alguna vez hicieron algún cortocircuito, seguramente lo hacen muchos y muchas veces, pero en esta nueva chispa van a tener lugar mas “electricidades” (o menos). Pero… ¿porque adjudicar este nuevo cruce como un efecto de un cruce anterior?. Es un nuevo cruce, nada más, nada menos, es todo nuevo, o casi, menos uno.. (en parte).
La existencia se rige bajo la ley de la inexistencia del tiempo, lo que perdure, lo infinito, es lo existente, la causalidad existiría si en el principio, algo la hubiera causado. La causalidad existiría, si existiese principio. El principio existiría, si existiese tiempo. La causalidad existe en el punto que alguien, a una casualidad, la unió con otra. La conciencia es la poseedora de este poder, aunque es efímera e irreconocible, y no tiene tiempo, y tiene tiempo, y es a partir de él, que fenece su verdad.

2 comentarios:

  1. Dibuje una línea en el plano de lo infinito ( redundante ), dibuje otra, en cualquier otro punto, con los ojos vendados y después que sus amigos le hallan dado 50 vueltas en su propio eje, no se interceptan?... bien, dibuje otra… luego otra, luego otra … no se interceptan, bien, dibuje otra infinitamente dibujando… otras personas lo están haciendo… están dibujando sus rectas luego q sus amigos le dieron vueltas… oooohhh se cruzaron, casualidad…. Pero cuál fue la causa de esa casualidad… los 50 giros?, el hecho de que este dibujando una recta?, o es simplemente que si usted dibuja una recta con una dirección de intersección con otra colisionaran. Hay una causa… hay un efecto.
    Firma Duvinioso

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  2. Qué hacés Duvi Duvi? Nunca pensé que te iba a encontrar por acá, que casualidad!
    Te acordás de aquel viernes en el que yo no estaba ni vos tampoco, pero que atrás de cada paso que aquella persona sin rostro iba dando todo se iba desintegrando cual agujero negro este acariciando los talones constantemente en un eje atemporal? Bueno, es desde ahí que explota la inexistencia de las concatenaciones. Si miramos para el costado sacando la cabeza para afuera de la ventanilla así como un perro con la lengua de afuera, está claro que el karma no es un arma ni una cama mal escrita, sino que es de esos aliens que desgarran el esternón y salen a pasear tomando helado descalzo por el parque. Por supuesto que es así.

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