6.3.11

Seis


Una vez más llegué al bar con la idea de cambiar la promoción.
- Buenas noches
- Buenas noches
- Si?
- Si pido una pizza y una fainá serían dos y dos no? (La promoción es de 2x1)
- Si, claro
- Y podrían ser tres fainas y una pizza?
- No, la promoción es 2x1
- Bien, traéme una y una entonces
- Bien, algo para tomar
- No, nada, está bien.
Fui al baño. Había jabón. Meé sin muchas ganas. Me lavé las manos, dos veces, la primera la espuma había salido gris. Volví. Las pizzas y las fainas no demoraron en llegar. Cuando llegaron le pedí al mozo una lapicera, la que tenía la dejé en algún lugar del cosmos relativamente lejano al cual me encontraba en el momento. Me alcanzó la lapicera, le agradecí, y empecé a escribir esto que estoy escribiendo, y pensé – hace tiempo que no escribo con lapicera -.
Ahora, mientras escribía “empecé a escribir esto que estoy…” pensé en que ninguna palabra había sido subrayada automáticamente con color rojo señalándome un error ortográfico. Vino el mozo, lo noté cuando estuvo muy cerca, a un metro quizás. Puso el ticket en el pincho y se fue. Al notar al mozo acercarse, miré el pincho, vi su mano pinchando el ticket, luego el ticket solo, que allí quedaba, luego la hoja. Apoyé la punta de la lapicera y escribí lo que ya leyeron.
También pensaba en cuando vaya a pasarlo a la computadora (algo que no suelo hacer, suelo escribir en un lado o en otro y allí se queda, pero esto lo estoy escribiendo para el blog que comparto con unos amigos fumadores de medusas disecadas, lo de Eva). Eva se llama la veterana que toda mi vida mientras estuve viviendo en el corazón del país, limpiaba las escaleras del edificio donde estaba el apartamento en el que me hallaba viviendo en esos tiempos. Nunca la escuché hablar más que alguna vez que fue a pedirme agua. Antes de eso limpiaba con agua de un arroyo que pasa allí cerca, el arroyo Sandú, según los rumanos eso significa “defensor de la humanidad”, así que lavaba las escaleras con agua de un arroyo defensor de la humanidad. Puedo asegurarlo que lo era.
Queda el resto de orégano, un poco de pimienta y manchas de salsa de tomate, sobre los tres platos que se encuentran sobre la mesa que se encuentra sobre las baldosas que se encuentran sobre el concreto que se encuentra sobre la tierra que se encuentra sobre piedras que se encuentran sobre la corteza que se encuentra sobre el manto superior (la litosfera que se encuentra sobre la astenósfera que se encuentra sobre la mesosfera) que se encuentra sobre el manto que se encuentra sobre el núcleo externo que se encuentra sobre el núcleo interno.
Metieron un gol, creo que el cuadro se llama tachira, el otro colo colo, no se cual fue el que metió el gol. El mozo acercó una mesa que estaba al lado pero separada. Comencé a escribir más rápido, me dio sed. Me voy.
Hay cosas que nunca se van a poder cambiar.

2 comentarios:

  1. Me hizo acordar mucho mucho la primera parte, esto sería hasta que hablas de la gorda Eva (¿era gorda o veterana?) a algo que escribí. AYER se llama, la segunda parte del texto (no como en tu caso)la has leído?

    De no ser así, esto sólo reafirma la el calce perfecto entre las evas y sus calzados.
    (O son cosas mías, como casi siempre... Y gue, hay cosas que nunca se van a poder cambiar. Guácala!)

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  2. Ayer lo leí. Lo recuerdo. También recuerdo el recuerdo. Pero no me fui. La pizza y la fainá quedarán en el debe, ésta vez.
    Una vez más, como algunxs dicen, veamos el lado fructífero, el fin de semana voy a ayudar a gente linda a construirse su hogar...
    Las fotos, otra vez serán.
    Hasta luego ¿es o no es?

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